Beneficios de
la terapia online
Según la Asociación Americana de Psicología, la terapia online ha demostrado ser tan efectiva como las sesiones presenciales. Saber más
Una revisión sistemática de 17 estudios encontró que la terapia online puede ser más efectiva que la presencial. Los participantes del estudio estaban igualmente satisfechos con ambos tipos, pero se descubrió que la terapia virtual era más rentable y eficiente para los clientes que la terapia presencial. Pero, ¿por qué?
La terapia psicológica virtual puede ser más económica que las sesiones presenciales, ya que ahorra al terapeuta los gastos mensuales típicos de alquilar un local, facturas de luz y agua, gastos extra… lo cual suele afectar los precios de la terapia. Sin embargo, hay muchos más factores a considerar cuando hablamos de tarifas. No olvidemos que cuando contratamos a un terapeuta, también estamos pagando por su desarrollo profesional continuo y supervisión clínica, su educación universitaria, asistencia regular y continua a cursos y seminarios, honorarios profesionales, seguro, gastos y todas las horas de trabajo “no remunerado” que los clientes realmente no ven, como la administración y evaluación de pruebas y el análisis funcional y planificación detrás de cada caso.
Las sesiones online ahorran el tiempo (y el dinero) de prepararte, arreglarte, conducir o caminar hasta la clínica, encontrar aparcamiento y pagarlo, regresar a casa… todo esto podría añadir una o dos horas más aparte de la hora de terapia, dependiendo de la ciudad en la que vivas y la distancia que necesites recorrer para llegar al consultorio.
Es famosa la frase de que el tiempo es dinero, pero siendo realistas el tiempo es más valioso que el dinero. Al elegir la terapia online podrás beneficiarte de una mayor flexibilidad horaria, ya que solo necesitarás apartar una hora de toda tu semana, lo que facilita adaptar la cita a tu horario sin que interfiera en tu trabajo, estudios u otras responsabilidades.
A algunas personas no les gusta la idea de ser vistos en la sala de espera de una clínica psicológica o de un centro de salud mental y es completamente comprensible. Si bien es cierto que todavía estamos luchando contra el estigma de que ir a terapia es algo de lo que avergonzarse, las sesiones online pueden ofrecer más privacidad y confidencialidad. Tendrás acceso a tu sesión de psicología desde la comodidad, seguridad y confidencialidad de tu casa a solo un click de distancia.
Con la terapia online, rompemos las barreras geográficas que tradicionalmente nos limitaban a acceder únicamente a profesionales de la psicología en nuestra ciudad.
¿Vives en el extranjero y te gustaría encontrar a un terapeuta que hable tu idioma?
¿Dejaste tu país de origen por motivos económicos o laborales y te sientes algo desubicado en este momento? ¿Crees que encontrar un terapeuta con el que puedas relacionarte a nivel cultural o social te facilitaría un poco las cosas?
O, quizás por otro lado, ¿te gustaría encontrar a alguien que no tenga ninguna relación con tu ciudad natal, tu cultura, tu entorno y las personas que viven allí porque parece un alivio saber que tu terapeuta se encuentra completamente fuera de la situación y el entorno? Esto es especialmente importante para personas que viven en pueblos pequeños donde todo el mundo se conoce.
¿Tu trabajo o estilo de vida actual implica viajar o mudarte con bastante frecuencia y no puedes comprometerte a estar en un lugar determinado durante más de unos meses o semanas?
¿Vives en un país o comunidad conservadora donde puede ser difícil o peligroso abrirte sobre temas controvertidos como la religión o la sexualidad y no estás seguro de a quién acudir para hablar sobre estos temas?
Si has respondido afirmativamente que sí a alguna de las preguntas anteriores, la terapia online es definitivamente para tí.
¡Pero la terapia en línea no es para todo el mundo!
Por supuesto que no, y es entendible. Al final, tienes que elegir la opción que mejor funcione para ti. Algunas de las razones por las que la terapia online podría no funcionar para ti podrían ser:
- *No confío en mi conexión a Internet o no tengo acceso a un dispositivo electrónico.
- *Necesito interacción humana después de varios años de pandemia y no quiero seguir usando servicios online.
- Siento mucha angustia, me siento completamente desbordado, necesito manejo de crisis o me preocupa la seguridad de mi propia vida y creo que podría beneficiarme del contacto social y la terapia cara a cara en un centro de salud mental.
- Si esta última frase resuena contigo y cómo te estás sintiendo o si has pensado en el suicidio recientemente, por favor, habla con alguien. Puede ser un amigo, un familiar o un profesional médico, pero no tienes que pasar por esto tú solo.
Existen servicios y teléfonos de atención psicológica para casos urgentes, pincha aquí para obtener más información: https://telefonodelaesperanza.org/ ó llama al 902500002